La navidad es una de las épocas más esperadas del año, en la que, de por sí, se encuentra la oportunidad perfecta para compartir con los seres queridos, con las parejas y con esas amistades.
Es por esa razón que cientos y cientos de personas marcan sus fechas especiales en el mes de diciembre para vivir al máximo de la Navidad y, además, con el objetivo de recordar su niñez y esos momentos inolvidables que, de alguna manera, marcaron sus historias. Estas fiestas, también, regalan la oportunidad de sentir más cerca a quienes estén lejos o a quienes les tocó partir del plano terrenal.
Precisamente, al pasar el tiempo lo que se ha comprobado es que la Navidad trae consigo un ‘carrusel’ de emociones, el cual suele aparecer meses atrás y se va sintiendo con más intensidad cerca de los finales de noviembre.
Pero aparte de que la Navidad es una época que disfrutan todas las personas, desde los más pequeños hasta los mayores, también, resulta importante mencionar que va de la ‘mano’ de una serie de preparativos entre los que se destacan las famosas compras navideñas.
Las compras navideñas se hacen en determinado momento en el que, además, se tiene el objetivo de llevar la mayor cantidad posible de elementos que ayuden a poner el hogar, las instalaciones del trabajo u otros lugares en modo de diciembre. Eso sí, el ‘infaltable’ es el popular árbol de navidad, el que, a propósito, se ha transformado en todo un símbolo durante esta época.
La historia del árbol de navidad es extensa e inclusive, logra vincularla directamente con las antiguas tradiciones paganas que precedieron a la era cristiana. Hay que recordar que los árboles perennes, como el abeto y el pino eran vistos como símbolos de vida eterna en las civilizaciones como la romana y la celta.
De hecho, acostumbraban a adornar las ramas de los árboles con elementos naturales como frutas y velas, con lo que celebraban la renovación de la vida, sin importar los meses más oscuros del invierno.
Después de un tiempo se notó que estas tradiciones se fusionaron con las festividades navideñas, en las que, además, el árbol de navidad adquirió el significado de símbolo de la vida eterna que representa la esperanza, la fe cristiana y la renovación espiritual.
El nacimiento del Niño Dios, también, se ha convertido en el motivo de celebración por parte de millones de personas. Pero hay que tener en cuenta que para decorar en Navidad se debe elegir los elementos correctos, pues, en dado caso de no hacerlo se podrían atraer malas energías.
En ese sentido resulta importante detallar cuáles son los objetos que no se deben poner en el árbol de navidad porque atraen la mala energía. Lo primero para tener en cuenta es que sí o sí se debe tener un árbol en perfecto estado, pues, esa es la fuente principal de energía y si ya está deteriorado, prácticamente atraerá cosas negativas y de una u otra forma, siempre guardará lo negativo de años pasados.
La lista de los objetos que no se pueden poner en el árbol de Navidad está encabezada por los elementos oscuros, ya que, según dicen, jugaría en contra de lo deseado y de lo que anhela el corazón. Tampoco se recomienda ornamentos dañados o deteriorados, mariposas negras, flores negras o cosas similares.
Antes de adornar su árbol de navidad considere a profundidad la importancia de tener objetos coloridos, ya que representará vida y la oportunidad de darle paso a lo positivo. Recuerde que la época navideña siempre se ha caracterizado por llevar consigo los colores verde, rojo y dorado, los cuales se recomienda tener en cuenta.
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