Hombre habría tomado fatal decisión por aparente maltrato de su pareja

Una profunda tristeza y conmoción envuelven al sur de Ibagué tras el trágico suicidio de un hombre, identificado como Nilson Montealegre Alarcón, un ornamentador, que se quitó la vida en su lugar de trabajo.

Fuentes cercanas y familiares como su hermana mayor, Adriana Alarcón, han señalado el constante maltrato por parte de su pareja, que sería el detonante de esta fatal decisión, arrojando luz sobre la silenciosa epidemia de la violencia doméstica. La víctima, fue encontrada sin vida por su jefe en el taller donde laboraba.

“Ellos convivieron durante cuatro años y la situación de maltrato, era persistente, ninguno la quería en la casa porque ella lo maltrataba”, mencionó Adriana.

El maltrato no se limitaba a lo verbal o psicológico; incluía agresiones físicas graves. “El año pasado, la mujer le fracturó un brazo, le dió una puñalada y le rajó la cabeza. Estas heridas físicas eran solo una parte del tormento, ya que, además, la mujer lo dejaba durmiendo en la calle, por eso él tomó la fatal decisión”, afirmó.

La víctima deja cuatro hijos, producto de relaciones anteriores a la que mantenía con su agresora. Los menores, dos de 10 años, una de 8 y otra de 5, enfrentan ahora la dolorosa realidad de la pérdida de su padre en circunstancias tan trágicas.

Es importante destacar que no tenía hijos con la mujer señalada de maltrato. Además, se ha conocido que el hombre era menor que su pareja.

Días antes del trágico desenlace, la situación se había deteriorado aún más, ya que la mujer se había marchado el día anterior a los hechos y llevaba tiempo diciendole que él era poca cosa y que no quería vivir con él”, comentó.

La reiterada amenaza de abandono y las constantes humillaciones habrían empujado a la víctima al límite.

La noticia de su fallecimiento ha generado un llamado urgente a la concienciación sobre la violencia intrafamiliar y la importancia de identificar y denunciar el maltrato, tanto físico como psicológico, sin importar el género de la víctima. Este lamentable suceso en Ibagué resalta la necesidad de fortalecer las redes de apoyo y los recursos para quienes sufren en silencio, buscando prevenir futuras tragedias y proteger la salud mental de quienes son víctimas de abuso.

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