Por medio de una extensa carta, que preparan para presentar ante la Comisión Tercera de la Cámara de Representantes, el Consejo Gremial Nacional se sumará a las voces de alerta sobre el proyecto de ley de financiamiento que impulsa el Ministerio de Hacienda, para financiar el Presupuesto General de la Nación del 2025 y dijo que las finanzas del país no aguantarán un cambio de este tipo y que, por el contrario, se debe empezar a gastar menos.
En la misiva, conocida por Portafolio, sostienen que gran parte de los problemas fiscales del país radican en el aumento del gasto público, especialmente de funcionamiento, ya que al comparar el gasto proyectado para 2025 con el de 2024 se observa un incremento en los rubros de funcionamiento del 6,2% y ponen sobre la mesa que casi el 10% de ese aumento se traducirá en gastos de personal, mientras que la inversión pública se reduce en 17,4% al pasar de $99,9 billones a $82,5 billones.
“El Proyecto del Presupuesto General de la Nación (PGN) para 2025 asciende a $523 billones, un aumento nominal del 3,9% respecto a 2024. Este presupuesto representa el 29,4% del PIB, destinándose $327,9 billones a funcionamiento, $112 billones al servicio de la deuda y $82,5 billones a inversión”, indicaron en primer lugar.
Dicho esto, recuerda el CGN que para la vigencia 2024 el Marco Fiscal de Mediano Plazo presentó la necesidad de que el Gobierno Nacional ajustara el gasto primario en $46 billones para cumplir la meta de la Regla fiscal y que si a esto se le suma lo dicho recientemente por el Comité Autónomo de Regla Fiscal, en lugar de gastar más, el país debería pensar en nuevos ajustes al presupuesto de este año y el que sigue.
“Si se completa el ajuste propuesto en el MFMP en lo que resta del año, los cálculos del Carf estiman que aún faltaría recortar más el gasto primario para cumplir con la regla fiscal; y el incremento del gasto entre 2024 y 2025 podría superar los $40 billones al pasar de $303,9 billones en 2024 a $344,4 billones en 2025”, agregaron.
Ingresos versus gasto
El Consejo Gremial manifiesta en la carta que la caja del Estado enfrenta riesgos importantes frente a la expectativa de recaudo para el próximo año y su uso como justificación para aumentar los gastos, ya que en lo corrido del año se ha demostrado que se está gastando más de lo que se gana, llegando al escenario de presiones fiscales que hay en este momento.
“Si no se aprueba la Ley de financiamiento ni se recaudan los ingresos proyectados por la Dian, se requeriría un ajuste de gasto del PGN 2025 de $39,1 billones para cumplir la Regla Fiscal”, acotan, al tiempo que destacan que “a lo largo del año, el recaudo mensual se ha encontrado consistentemente por debajo de la meta del Gobierno ($258,6 billones)”.
Con esto como antecedente, afirmaron que la brecha entre el recaudo estimado y el recaudo efectivo puede estar relacionada con el comportamiento de la economía, junto con una sobre estimación del recaudo esperado, por lo que sugieren revisar primero la eficiencia de la autoridad tributaria, antes de pensar en cambios que afecten la economía.
“Los programas anti-evasión, de gestión y eficiencias de la Dian sin duda tendrán réditos en el mediano y largo plazo, cuando la aceleración del crecimiento, los programas de formalización de la economía y la inversión en la Dian contribuyan. Sin embargo, con el PGN presentado por el gobierno para 2025, la nación está corriendo el mismo riesgo de tener que hacer recortes en el futuro”, manifestaron.
Cuidar el déficit fiscal
El Consejo Gremial es consciente de que la baja ejecución presupuestal es un elemento que ayudará a aliviar los problemas de caja, ya que se podrían interpretar como recursos que se ahorran, pero también aprovecha la carta para pedir que no se subestime el déficit fiscal, indicador que según sus cuentas, lleva más de seis años en niveles altos.
“De aprobarse la ley de financiamiento propuesta, el déficit podría ser superior a los $89 billones en 2025. Para mitigar este riesgo, una opción sería revisar los gastos de funcionamiento, que presentan un incremento del 6,2%. En particular, podrían considerarse ajustes en las transferencias, que representan un 5,4% de aumento, o en la adquisición de bienes y servicios, que crece un 5,7%”, sentenció.
Presionar la deuda y recortar los rubros de inversión son dos aspectos importantes de la economía que para los empresarios e industriales se ha manejado con ligereza y sin la conciencia de que son los primeros renglones que revisan los inversionistas a la hora de escoger un destino para que su plata rente.
“No es conveniente presentar una nueva reforma tributaria y mucho menos en las condiciones económicas actuales. La reforma tributaria presentada en 2022 impactó de forma negativa la economía, lo cual se ve reflejado, según los resultados de un modelo de equilibrio general, en una disminución de 0,1 puntos porcentuales del PIB, brecha que se incrementa en 2024 y 2025, alcanzando una diferencia hasta de 0,4 puntos porcentuales”, dice la carta.
Por último, destacan que como consecuencia de la reforma de 2022, la tasa de inversión experimentó una disminución entre 2023 y 2025 de entre 1,6 y 1,9 puntos porcentuales, realidad que a la larga se convierte en un palo a la rueda del crecimiento.
“Consideramos que un proyecto de ley de financiamiento con enfoque de reactivación debería centrarse en la promoción de la inversión privada y la confianza de los inversionistas. En lugar de apalancar la reactivación económica en la inversión como motor del crecimiento, la propuesta busca hacerlo por un mayor gasto público, lo que, en la actual situación fiscal del país, puede ser contraproducente en el mediano y largo plazo”, concluyen en la carta que será entregada a los ponentes del proyecto de ley.
Con base en todo lo mencionado, el CGN presenta varias propuestas al Congreso para que sean revisadas, mientras que se espera que la próxima semana comiencen las audiencias públicas del proyecto, al que cada vez le queda menos tiempo para ser aprobado, mientras que la tensión al interior del Gobierno aumenta.
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