
Dormir es una actividad importante para el cuerpo porque en ella, este se recupera y el cerebro se renueva de cada una de las experiencias vividas día a día. En este tiempo, muchos son las funciones que cumple el cuerpo mientras se restaura, por tal razón, los expertos recomiendan por lo menos dormir entre 7 a 8 horas diarias.
La Clínica Mayo señala que el tiempo determinado de sueño va de acuerdo con la edad, por ejemplo, un bebé entre los 4 a 12 meses se sugiere que duerma por lo menos de 12 a 16 horas cada 24 horas; pero un niño de 6 a 12 años, se recomienda que entre 9 y 12 horas.
Sin embargo, la entidad, a través del doctor Eric J. Olson, asegura que existen factores que se asocian con el impedimento para dormir, como el envejecimiento, el embarazo, entre otros, que logran alterar el sueño.
Ciclos del sueño
De acuerdo con el portal de salud Tua Saúde, para dormir bien se deben programar ciclos de 90 minutos que se deben interrumpir cumplido este ciclo. Así mismo, señala que las personas deben recuperar su energía entre cuatro a seis ciclos.
El portal precisa que es indispensable crear espacios oscuros donde no se perciban ruidos o “estímulos visuales”, para así tener un favorable sueño durante la noche.
Indica que se debe calcular los 90 minutos -los ya mencionados- a partir de que se concilia el sueño, mas no desde que la persona se recuesta porque en la mayoría de casos no es instantáneamente que se duerme, por lo que sugiere un promedio de más entre 15 a 30 minutos para poder iniciar este ciclo.
Es fundamental señalar que el sueño tiene fases, unas más leves que otras, en donde se restaura y se recupera el cuerpo. A su vez, el cerebro se renueva en estas dinámicas de sueño, por lo que es indispensable cumplir con el tiempo determinado que sugieren los expertos.
De acuerdo con el objetivo de un estudio realizado por el Centro de Investigación Epidemiológico del Sueño de Stanford, titulado “Uso de la dificultad para reanudar el sueño para definir los despertares nocturnos”, publicado por la editorial de libros de Medicina Elsevier en el 2009, destaca que el despertar nocturno “son una de las alteraciones del sueño” más frecuentes en la población alrededor del mundo.
Riesgos de dormir con la mascota
El Instituto del Sueño, con sedes en Santiago de Chile, Panamá y Madrid, argumenta que dormir con mascotas es un hábito común, que desencadena enfermedades relacionadas entre animales y seres humanos que alteran el sueño, como:
Anquilostoma: Healthy Children explica que los anquilostomas son parásitos con un tamaño de por lo menos 0.5 pulgadas de largo que naturalmente afectan el intestino delgado.
Tiña: según la Clínica Mayo, la infección que más se relaciona con los hongos en la piel es la tiña, “una erupción cutánea causada por una infección micótica”, que en muchos casos se vincula con el pie de atleta y se extiende tras el contacto de una persona a otra o animal infectado. El principal síntoma que se distingue es la comezón en la piel, que provoca la aparición de escamas en los glúteos, brazos y/o piernas.
Enfermedad del arañazo de gato: la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, MedlinePus, puntualiza que esta enfermedad se debe por la infección de la bacteria Bartonela, que ocurre por el mordisco o el arañazo de un gato.
En conclusión, aunque es importante destacar los beneficios que tiene la compañía de una mascota, como contrarrestar la presión arterial, la ansiedad, la depresión, el estrés, entre otras afecciones, se debe tener en cuenta que también hay riesgos sobre la salud a la hora de dormir con ellos.
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