Así como el ejercicio físico es importante para el cuerpo, lo es el ejercicio para la memoria. Si bien, el cerebro, al igual que cualquier otro órgano, también envejece y necesita mantenimiento.
En concreto, para evitar un desgaste cognitivo que generalmente se produce a medida que el cuerpo envejece, se necesita ejercitar el cerebro. Por eso, realizar ejercicios para la memoria son fundamentales a la hora de mantener a raya sus funciones, enseñarlo a que sea creativo, productivo, y con una gran capacidad de concentración sin importar los años que tenga.
Harvard Health señala que el cerebro tiene la capacidad de aprender y crecer a medida que se envejece, un proceso llamado plasticidad cerebral, pero para que lo haga, se debe entrenar con regularidad.
Si no se hace, se pueden ir perdiendo habilidades cognitivas con el tiempo, lo que significa que pensar con claridad va a ser más complicado y la memoria se va a ir perdiendo y debilitando. Sin embargo, se puede evitar, o al menos frenar, realizando los debidos cuidados.
Cabe resaltar que el objetivo de llevar a cabo ejercicios para el cerebro es mantener activas aquellas zonas cerebrales que no se suelen utilizar con frecuencia o que han permanecido dormidas, según el portal Ayudapsicológicaenlinea.
“Adoptar una nueva actividad que también te obliga a pensar y aprender y requiere práctica continua puede ser una de las mejores formas de mantener el cerebro sano”, indica el Dr. John N. Morris, director de investigación de políticas sociales y de salud en el Institute for Aging Research.
Opciones creativas
Actividades como aprender a tocar un instrumento, pintar, aprender un nuevo idioma y escribir historias ayudan a mantener y mejorar las funciones cognitivas, incluyendo la velocidad con la que se procesa la información.
Esto es especialmente útil cuando se trata de una actividad nueva, ya que el cerebro debe aprender a hacer cosas a las que no estaba acostumbrado.
La actividad que se elija debe cumplir tres puntos:
Desafiante: poner a prueba el cerebro para que crezca, se logra aprendiendo y dominando algo nuevo. No necesariamente tiene que ser nuevo, se puede lograr un resultado similar aumentando una habilidad que ya se tiene, aprendiendo otro ángulo frente al tema o buscando alcanzar una meta específica.
Complejo: esto hace que una actividad sea más emocionante, pero también obliga al cerebro a tener un proceso de pensamiento específico para solucionar problemas. Es recomendable realizar actividades como el tejido y la fotografía.
Práctica: la actividad debe ser constante, esto porque “la práctica no solo hace al maestro”, sino que lleva al cerebro a pasar por el proceso de repetición, que tiene muchos beneficios para el mismo.
Hora de sudar (en el agua)
El ejercicio físico es fundamental para mantener al cerebro en buen estado, se ha demostrado que puede mejorar las funciones cognitivas, la resolución de problemas, la atención a los detalles. La recuperación de la memoria y la concentración.
Para que sea efectivo, el ejercicio debe representar también un desafío mental, por esta razón, Harvard recomienda la natación que, además de ser un gran ejercicio de cardio, implica pensamiento y aprendizaje constantes, ya que también se debe cuidar la respiración, la forma de la patada, entre otros detalles que van ayudando a la mejora del cerebro.
Otras actividades:
Jugar cartas
Los juegos de cartas, al igual que el rompecabezas, son una forma económica de mantener la mente felizmente ocupada.
Y es que, el juego de cartas involucra que se utilicen diferentes partes del cerebro. Lo cual es importante a medida que las personas se van haciendo mayores para prevenir la pérdida de memoria.
La mayoría de los juegos de cartas incluyen algún tipo de estrategia que ayuda a mejorar la capacidad de resolver problemas mentales.
Usar la mano no dominante
El neurólogo Lawrence Katz, en su libro “Keep Your Brain Alive: 83 Neurobic Exercises to Help Prevent Memory Los and Increase Mental Fitness” recomienda usar la mano no dominante.
Y es que, tal y como lo menciona en su libro, hacer uso de manera regular de la mano no dominante, ayuda a fortalecer la mente.
Utilizar la mano no dominante, hace que se ponga a trabajar también el lado opuesto del cerebro.
Bailar con frecuencia
Según una publicación científica de la Universidad de Harvard, el baile se utiliza para tratar a personas con enfermedades como el Parkinson.
Por otro lado, en un estudio realizado en el 2012 por investigadores de la Universidad Estatal de Minot de Dakota del Norte, encontraron lo siguiente:
“El programa de baile zumba mejora el estado de ánimo y algunas habilidades cognitivas como el reconocimiento visual y la toma de decisiones”.
Sin embargo, cualquier tipo de danza o baile, sobre todo aquellos en donde se requiera de unos pasos determinados a seguir, mejora la función cerebral en distintos niveles.
elpais.com.co
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