
La medida se adoptó tras conocer el estudio realizado por los transportadores en lo relacionado con el incremento en el precio de los combustibles durante los últimos meses y el valor de los repuestos además del alza en el salario mínimo que se les paga a los conductores, factores que determinaron que el pasaje en buseta será de $2.500.
Es un incremento que no tiene precedentes en la ciudad teniendo en cuenta que históricamente el valor del pasaje en buseta se incrementaba en $100 pesos. Para esta ocasión el alza es de $300 pesos.
Con el aumento los transportadores se comprometieron a mejorar la flota de vehículos y la operación de las rutas para prestar un servicio más eficiente en la ciudad.
Según Hernán Quiñones, gerente de Expreso Ibagué, es importante el acuerdo que se logró con la Alcaldía teniendo en cuenta los gastos operativos que desencadena la operación del transporte.
“No es una tarifa que haya sido desfasada, está en el marco de la realidad económica que vivimos en el país, va relacionada con el índice de precios al consumidor, por eso se da un ajuste justificado”, sostuvo Quiñones.
Además, sostuvo que las empresas de la ciudad están trabajando en mejorar la prestación del servicio para la operación del Sistema Estratégico de Transporte Público.
“Al ciudadano le decimos que es un aumento acorde a lo que estamos viviendo en el país, es necesario entrar a cubrir los aumentos que se han dado, si revisan el incremento se hace para que el servicio sea sostenible, el servicio es prestado por privados porque acá no hay apoyo estatal”, puntualizó el directivo del transporte en la ciudad.
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