Una de las escenas que más se repite en los hogares donde conviven mascotas y personas es la inevitable tentación de compartir comida "humana" con perros y gatos.
Aunque esta acción puede parecer inofensiva, es importante considerar que incluso pequeñas modificaciones en la dieta pueden implicar riesgos para la salud y el bienestar de los animales. Entre los más comunes se encuentran vómitos, diarreas, mala calidad de la piel, fracturas dentales, atragantamientos con huesos, obesidad, diabetes, e incluso intoxicaciones o envenenamientos.
Sin embargo, no todo son malas noticias. Existen algunos alimentos que perros y gatos pueden consumir sin poner en riesgo su salud, entre ellos algunas frutas y verduras.
Beneficios de frutas y verduras
Aunque los alimentos concentrados del mercado están diseñados para ofrecer todos los nutrientes que perros y gatos necesitan, las frutas y verduras pueden aportar beneficios adicionales a la alimentación de las mascotas.
Fuente de nutrientes esenciales
Vitaminas A, C y E están presentes en vegetales de hojas verdes, zanahorias, frutas cítricas, fresas, arándanos, brócoli y frutos secos como las semillas de girasol. También se encuentran potasio en el plátano y la sandía, hierro en la espinaca, licopeno en el tomate y el pimentón, y betacaroteno en la zanahoria y la calabaza.
"Estos ingredientes ayudan a fortalecer el sistema inmunológico, la salud de los sentidos como la vista, el olfato y la audición, la calidad de la piel y el pelo, así como la función del sistema nervioso, los huesos y los músculos", comenta Ximena Giraldo.
Mejoran la digestión: Las frutas y verduras son una excelente fuente de fibra que ayuda a mejorar y regular el tránsito intestinal, evitando problemas como la diarrea o el estreñimiento.
"Ingredientes como la calabaza, la manzana (sin semillas ni corazón), la zanahoria, la papaya (sin semillas) o los arándanos, son ricos en fibra y además les encantan a las mascotas", añade Giraldo.
Hidratación: "Algunas mascotas no consumen la cantidad de agua que necesitan diariamente; por lo tanto, es importante ofrecerles alimentos ricos en agua", menciona la especialista.
Entre estos alimentos se encuentran la sandía (sin pepas), la piña, las fresas, el pepino y la lechuga.
"Es fundamental recordar que estas frutas o verduras no reemplazan el consumo regular de agua que necesitan las mascotas", agrega Giraldo.
Mantenimiento del peso ideal: Administradas en cantidades y frecuencias adecuadas, las frutas y verduras son una fuente baja en calorías y grasas.
"A pesar de ser bajas en calorías o grasas, algunos alimentos pueden ocasionar aumento de peso, caries dentales o diabetes", advierte Ximena Giraldo.
Las frutas y verduras más recomendadas son el brócoli, la zanahoria, la manzana y la espinaca.
Salud del sistema nervioso: "Frutas y verduras como los arándanos, la espinaca, la calabaza y la zanahoria son ricas en vitamina E, hierro, magnesio, ácido fólico, flavonoides y antioxidantes, que protegen las células nerviosas, mejoran la transmisión de los impulsos eléctricos y detienen el deterioro cognitivo", explica la especialista en nutrición.
¿Cómo incluir frutas y verduras en la dieta?
Este proceso puede resultar retador, especialmente para los tutores de gatos que suelen ser más selectivos con su alimentación; sin embargo, no es imposible.
Según las recomendaciones de la especialista, lo principal es consultar con el veterinario antes de realizar cualquier cambio en la dieta de las mascotas. También es importante recordar que se trata de suplementar la nutrición de las mascotas, sin reemplazar por completo el alimento tradicional.
Adicionalmente, se pueden seguir estas recomendaciones:
Introducir las frutas y verduras gradualmente y en pequeñas porciones para comprobar si son apetitosas y seguras para la mascota
Ofrecerlas como premio por buen comportamiento o la realización de trucos, para que el animal lo relacione con algo positivo.
Ingredientes como la calabaza o la zanahoria son más fáciles de digerir cuando están cocidos en agua, sin sal ni condimentos.
Evitar uvas, cebolla, ajo, aguacate y semillas de manzana, entre otros, que pueden ser tóxicos.
Controlar las porciones para evitar el exceso de calorías, problemas de digestión o casos de vómitos o diarreas.
Si se observa algún cambio en la salud de la mascota, suspender de inmediato el suministro de la fruta o verdura que se sospeche esté causando el problema y acudir al veterinario.
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